Informe mundial de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos 2020: agua y cambio climático
Convocamos a las y los investigadores que estén interesados en publicar sus avances o investigaciones ya concluidas sobre las diversas tradiciones, patrimonios y sistemas bioculturales que caracterizan a las sociedades indígenas, campesinas, ganaderas, vaqueras, rancheras, pesqueras y cazadoras-recolectoras del norte de México.
El Patrimonio Biocultural se ha desarrollado como una categoría que alude a la interconexión entre tres tipos de diversidad: biológica, cultural y lingüística. Las investigaciones desde esta propuesta analítica han producido conocimientos que sustentan que las regiones habitadas tradicionalmente por población indígena son, en general, regiones con una biodiversidad en mejores condiciones que aquellas en las que no hay población indígena. En este sentido, esta propuesta o enfoque permite la comparación entre regiones, visibiliza la pérdida biocultural y posibilita el planteamiento de soluciones para su conservación.
Podríamos situar los orígenes de los estudios bioculturales en la investigación de A. Kroeber (1939), J. Steward (1955) y C. Sauer (1956) que, desde la antropología y la geografía, observaban las conexiones entre la naturaleza y la cultura, estableciendo categorías como áreas y paisajes culturales para delimitar espacios de patrones y procesos comunes dados entre un inventario de biodiversidad geográfica y las formas en que las sociedades lo aprovechaban no sólo en términos de subsistencia sino también de construcción simbólica.
En México y Centroamérica, el desarrollo prehispánico de la domesticación y la agricultura de diversas especies de maíz, dio pie a la delimitación, en la década de los años 50 ́s, del área cultural denominada por P. Kirchhoff el “complejo me- soamericano”. La relación entre las sociedades indígenas, su medio geográfico y la biodiversidad, dio origen a culturas diversas, a modos de vida y subsistencia con sus particularidades y al desarrollo de cosmovisiones complejas, a Corpus, Praxis y Cosmos. Ahora bien, fuera de este complejo mesoa- mericano, se desarrollaron otras formas culturales no tan asociadas al desarrollo agrícola del maíz, sino más bien a la caza, la recolección y la pesca de la biodiversidad que caracterizaron a cada región de la llamada Aridoamérica que después estuvo asociada a otras áreas culturales definidas desde la tradición estadounidense en antropología, principalmente el suroeste (southwest), California (california) y las planicies (plains). Si bien, diversos elementos bioculturales se han conservado casi intactos, muchos otros han desaparecido y algunos han pasado por transformaciones más o menos funcionaes, por adopciones culturales y por reinterpretaciones.
Fuente: Times New Roman
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Extensión: Mínimo 400 palabras – máximo 600 palabras a espacio y medio. Incluido nombre(s) de autor(es). A pie de página incluir su grado académico, adscripción institucional y un correo electrónico. Si el documento forma parte de uno o más financiamientos también incluirlos, así como si forma parte de algún cuerpo académico o red de investigación.
No serán recibidos resúmenes ni capítulos fuera de la fecha de recepción establecida en esta convocatoria SIN EXCEPCION.
Coord. Claudia E. Delgado Ramírez (EAHNM-INAH, Red Temática sobre Patrimonio Biocultural)
ENVIO: claudia_delgado@inah.gob.mx
El libro será entregado y propuesto para su publicación la segunda semana de julio. El Consejo de Publicacio- nes de la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México, considerará la pertinencia de la publicación, el envío a la revisión/dictaminación por pares y, en caso de aceptarse, la edición y publicación del libro
Emisión de la convocatoria: 20 de febrero de 2020.
Recepción de resúmenes del capítulo propuesto: 20 febrero al 20 de marzo de 2020.
Recepción de capítulos aceptados in extenso: 20 de marzo al 20 de julio de 2020.
Proceso de dictaminación por pares: 20 de julio al 20 de agosto de 2020.
Entrega final del capítulo: 10 de septiembre de 2020.