Informe mundial de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos 2020: agua y cambio climático
INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
Un virus recorre el mundo, ahora diría aquel clásico: el COVID-19. Millones de humanos hemos tomados medidas sanitarias para evitar el contagio: uso de cubrebocas, mascarillas, guantes, sanitizadores, confinamientos, tratamientos inmunológicos, todo lo que pueda ayudar. Pero, recorre y avanza sin consideración alguna de estado económico, social, de género o nacionalidad, no importa la eti- queta preferida. Avanza.
Nadie lo esperaba, ahora se convirtió en te- mor y alguna esperanza de futuro, tiempo de cam- bio e incertidumbre, con muchas implicaciones muy serias, que no pretendo explorar, hay mucho ya escrito sobre eso, y las reflexiones sobre ello no fal- tarán. Lo cierto, es que, como parte de estos cam- bios, nos ha tocado, sacar el diccionario y aprender palabras nuevas o darles sentidos nuevos.
La palabra virus, que quiere decir veneno, recuperó su sentido biológico original. En los tiempos pre-pandemia era más conocido por ser un recurso informático que infecta los orde- nadores. Luego, supimos que cuando algo tenía gran éxito, era viral, y así tenemos que una lista de youtubers, influencers y personajes similares eran sus usuarios cotidianos, a lo mejor ya están a la búsqueda de otra palabra para sustituir la mala prensa de la actual.
Gracias al contexto del aprendizaje social, es decir, aquello que se conoce en la academia y en sectores informados de la sociedad, pero por eventualidades como la actual, se insertan en los imaginarios sociales y culturales; ahora los virus se reconocen como entes biológicos, que están esparcidos por el mundo, son incontables e invi- sibles a nuestros ojos. Pero, también pertenecen a un mundo diferente y poco explorado, el de la mi- crobiología, donde se incluyen: arqueas, bacterias, la mayoría de los organismos eucariotas y sobre todo, los que han puesto a prueba si son orga- nismos vivos o no: los virus. Ahora sabemos que estos son organismos acelulares, con capacidad de replicarse y de alojarse en otros organismos. El conocimiento de estos grupos, también puso a prueba lo que suponíamos era el mundo viviente y su forma de clasificarlo. Todos ellos, son campos que se han revolucionado en apenas los últimos 50 años, lo que también llevó a percatarnos que a la gran mayoría de esos organismos los desconocemos.