Nuestra Red se esfuerza firmemente por incorporar los principios de la interculturalidad, la equidad de género, el respeto a todo tipo de diversidad, el diálogo de saberes y la visión comunitaria no sólo de los humanos entre sí, sino con todos los componentes biosféricos. Lo anterior está guiado por nuestros fundadores y ha inspirado a jóvenes académicos de diversas matrices culturales y también a los mayores de las comunidades originarias, quienes han encontrado en nuestro trabajo, un apoyo reivindicativo de la dignidad humana fundado en el legado de sus antepasados, lo que alimenta un sentido de vida colectivo.
Las contribuciones científicas son multidisciplinarias, multi-regionales y multi-escala. Hemos logrado incorporar y crear gran variedad de modalidades investigativas, más allá del quehacer interdisciplinario, pues han activado un diálogo de saberes introductorio, en una amplia variedad de contextos, sin dejar pasar el rigor, ni el pensamiento crítico. La cualidad intercultural de la Red es una de sus grandes aportaciones.
Constantemente ponemos a prueba la hipótesis biocultural, la cual sostiene que existe una relación compleja entre los pueblos-territorios originarios con las zonas de concentración de biodiversidad, de captación de agua, y que su mejor estado de conservación ambiental encuentra sus raíces en la diversidad cultural y lingüística tradicional. Por ello, aunque la hipótesis se ha corroborado en sinnúmero de escenarios, también se ha avanzado hacia el reconocimiento de que el estado de marginación en el que se encuentran las comunidades indígenas de México, además de ser un factor lacerante en nuestra sociedad, incide en el estatus ambiental de sus territorios. Asimismo, se ha logrado documentar la dramática tendencia al despojo y destrucción del patrimonio biocultural del país, por lo que la Red ha apoyado de manera decidida los procesos de su defensa. Es decir se atienden problemas nacionales que deben ser abordados en red.